miércoles, 29 de mayo de 2013

La Xbox One y una presentación con sensaciones encontradas

por Sebastián Galanternik

Con la Playstation 4 de Sony anunciada en febrero de 2013, aunque aún no presentada, Microsoft tuvo que tomar cartas en el asunto y decir presente en el mercado de las consolas de la próxima generación.

En una conferencia en su sede en Redmond, Washington, EEUU y con la certeza de todos los presentes que el evento sería para presentar en sociedad a la sucesora de la Xbox360 y contar sobre su diseño, características técnicas y alcance, tuvo su primera aparición pública de la Xbox One. El nuevo dispositivo de Microsoft lleva este nombre en referencia a que este aparato será un "todo en uno" con el que se podrá mirar televisión, navegar por Internet y jugar.

Lo primero que se mostró de la consola fue su diseño exterior que no dejó a todos conformes, con un parecido más cercano al reproductor de un DVD o Blu-ray. Pero, seamos honestos, lo que importa es lo que hay dentro, así que hay que hablar de las especificaciones técnicas de la Xbox One.
La apuesta de Microsoft cuenta con un poderoso procesador de 8 núcleos, 8 GB de memoria RAM, una unidad de Blu-ray y 500 GB de memoria interna. También tiene puertos USB 3.0 y WiFi 802.11n con una interfaz en su diseño idéntica a la de Windows 8.

De la mano de la Xbox One se presentó la nueva versión del Kinect con una cámara de 1080p y el joystick de la nueva consola, con un diseño más estilizado en comparación al de la 360. Microsoft habló largamente sobre las muchas bondades de este dispositivo todo en uno, como cambiar de videojuegos a televisión y viceversa con la voz, como el servicio Skype integrado para hacer videoconferencias.

Ahora bien, todas estas características parecieran ser muy pensadas para un heavy user de tecnología, principalmente para los usuarios estadounidenses y los clientes japoneses. Quedará ver si todas estas implementaciones serán valoradas por el resto de los mercados. Este tipo de desarrollo a nivel mundial es una apuesta muy alta como para que sólo se le saque provecho en muy pocas regiones de las que apunta.

Luego de la enumeración de sus  bondades llegó el momento de lo más importante: a qué juegos vamos a hacernos adictos. Lamentablemente, esto fue lo más flojo de toda la presentación y un punto que trajo decepciones inmediatas a la comunidad gamer.

Se anunciaron quince títulos exclusivos para la Xbox One, de los cuales ocho serán realmente nuevos ya que son franquicias a estrenar. Y, de estos, solo se vieron dos: Forza Motorsport 5 y Quantum Break, desarrollado por la gente de Remedy (los mismos de Alan Wake).

Luego salió Electronic Arts (EA) a mostrar las nuevas versiones de sus franquicias deportivas FIFA 14, Madden NFL 25, NBA Live 14 y UFC, que correrán con el motor gráfico EA Sports Ignite, programado para la próxima generación de consolas. No hubo ni un segundo de gameplay ni tráileres por cada título, solo un video con imágenes de estos juegos.

El premio al fiasco se lo llevó 343 Industries que fue anunciado con bombos y platillos en la ceremonia. Cuando se esperaban imágenes de un nuevo y ansiado Halo presentaron a Steven Spielberg, quien reveló el estreno de una que serie de Halo para Xbox Live. Nada del juego.
La conferencia cerró con Activision, que mostró un tráiler, sin gameplay por supuesto, del próximo Call of Duty: Ghosts. Lo demás, bien gracias. Nada de gameplays, nada de imágenes reales de los juegos, en fin, nada por ahora, de lo que más importa, lo que da más dudas que certezas.
Lanzamiento y precio de la Xbox One

Como frutilla del postre, como para dar más incógnitas que certezas, no se dieron detalles en torno a la consola como su fecha de lanzamiento o su precio. Tan solo se vio en pantallas un "Later this year", que puede significar, muy probablemente, que la Xbox One llegará para fin de año. Es decir, para Navidad. Lloren, chicos, lloren.

Por fuera de la conferencia ya comenzaron a correr los rumores. El único chequeado y confirmado es que no habrá retrocompatibilidad entre la nueva consola y los juegos de Xbox 360. De hecho, se adelantó que ni los joysticks ni los accesorios de la 360 servirán en el dispositivo de próxima generación. Así que si pensás comprarte la Xbox One, acá un consejo, no vendas sus Xbox 360.
Falta mucho, muchísimo, para afirmar si será un fracaso o un éxito, todavía no se sabe ni la fecha de salida ni su precio pero aún son más las cosas inciertas que las promesas de Microsoft. Lo real es que no se vio ningún gameplay, ni un segundo de juego real, los juegos de la Xbox 360 no van a funcionar, ni siquiera los mismos perisféricos y su compatibilidad de todo en uno puede ser más un estorbo que una cualidad de lo que efectivamente quiere el gamer: jugar.

Habrá que esperar a ver si este gusto a poco que dejó la presentación de la Xbox One, la primera consola de Microsoft después de ocho años, es algo del momento o no.

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