lunes, 24 de junio de 2013

Cambios en la Xbox One: La época dorada del usuario

A pocas semanas de haber presentado su nueva consola con prestaciones más que interesantes pero con restricciones que a esta altura sonaban ridículas para la comunidad gamer, Microsoft cambió la estrategia de uso de los juegos para su nueva consola Xbox One. No habrá conexión obligatoria a Internet, no se restringirá el mercado de la segunda mano y no habrá protección regional.

Recordemos que hace pocos días desde Microsoft habían dicho que no iban a cambiar nada de su consola y que a los usuarios hay que "educarlos" para que se adapten a sus nuevos productos. Este error garrafal, en una época en la que los usuarios definen por su comportamiento el tipo de productos que eligen, podía salirle demasiado caro. Ya el anuncio y la rueda de prensa posterior fue durísima para Microsoft.

Más que nada, y queda en evidencia, fue aprovechado por Sony en la E3 de la ciudad de Los Ángeles como arma para presentar la PlayStation 4. Los japoneses no solo se hicieron fuertes en las restricciones de su competidor, sino en el precio más bajo de su nueva consola, 399 dólares, cien menos que la de su rival Xbox One.

Microsoft quiso defender su estrategia, pero desde el anuncio se quedó rengo con mucha facilidad. Queda muy en claro que consideró casi imposible una competencia mano a mano con Sony en esta nebulosa de críticas, además de un precio más bajo, y decidió recular con todo; incluso con la parte positiva que tenía su nueva estrategia relacionada con las descargas digitales.

Según confirmó Microsoft en un comunicado, ya no habrá restricciones para la reventa de videojuegos físicos o el préstamo, sin ningún tipo de sistemas de control DRM.Tampoco existirá la necesidad de que la consola se conecte cada 24 horas a Internet para poder utilizarla. Por último, tampoco existirá una restricción regional, algo que no era tan criticado como las anteriores restricciones, pero que sí fue muy atacado por algunos usuarios que acostumbran a comprar juegos importados.

Entonces, el sistema de uso de los videojuegos de Xbox One será idéntico al de PS4.Esto es lo que demandaban los gamers.

Lo negativo de este cambio de estrategia es que Microsoft también eliminó el intercambio de juegos bajados por la tienda online de la consola, algo que no permiten Xbox 360 y PS3 y que tampoco admitirá Xbox One.

Tras los cambios anunciados, la Xbox One y la PS4 quedarán a mano, al menos en cuanto a sus características técnicas y sus prestaciones. Lo interesante del abrupto cambio de Microsoft es cómo la opinión de los usuarios en las convenciones, blogs y en las redes sociales puede transformar y cambiar un producto que todavía no vio la luz. El poder de la opinión en una era 2.0 toma fuerza y ratifica la teoría que al dispositivo lo hacen también sus usuarios, no sólo los ingenieros, programadores y diseñadores.

El usuario del siglo XXI redefine, transforma y forma parte del dispositivo que lo identifica.

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